domingo, 19 de diciembre de 2010

EL DÍA EN QUE MILES DE PERICOS APLAUDIERON A UN CULÉ


Metió un gol que nos hizo campeones del mundo. Saltamos, gritamos, nos abrazamos, lloramos, reímos, festejamos... pero, él seguramente que hubiése cambiado todo aquello por haber podido estrechar ayer la mano de su amigo Dani Jarque en el derbi de Barcelona.

Andrés Iniesta, es un genio como jugador, posee la sutileza de un orfebre a la hora de regatear, la precisión de un cirujano en el momento de pasar la pelota por donde sólo su mente visionaria y sagaz es capaz de imaginar, pero Andrés Iniesta es a la vez un ser humano, un ídolo de carne y hueso sin pedestal, al que te podrías encontrar en la frutería de la esquina, comprando en el hiper o comiendo el menú del día en la tasca de tu barrio. Iniesta es un modelo a seguir como jugardor pero a la vez y casi más importante, es un ejemplo como persona, un espejo en el que se deberían de reflejar todos los niños que quieren ser futbolistas y que puede que algún día tengan la suerte de disputar la final de un mundial de fútbol como le sucedió a Andrés Iniesta en Sudáfrica, en ésa histórica final en la que cuando todos saltábamos, gritábamos, nos abrazábamos, llorábamos, reíamos y festejábamos, él y sólo él se acordó de su amigo Dani Jarque haciéndolo inmortal para todos nosotros y para el universo entero.

GRACIAS ANDRÉS.



jueves, 16 de diciembre de 2010

LOS TRIÁNGULOS DE GUARDIOLA

Guardiola vive rodeado de figuras, el Pep ese ser hierático que nunca se enfada menos cuando se enfada, que ha conseguido que su equipo sea el mejor jugando a lo que antes se llamaba fútbol y que después de ver como lo practica el Barça quizás haya que cambiarlo de nombre, vive obsesionado por las figuras, hace las alineaciones pensando en las figuras, realiza las estrategias contando con las figuras, los cambios, las jugadas ensalladas, la presión y hasta los saques de puerta son ejecutados gracias a las figuras. Guardiola le debe mucho a las figuras y no me estoy refiriendo al hablar de figuras a sus estrellas, Messi, Iniesta, Villa, Xavi, ni a sus joyas Busquets o Pedro, ni a sus baluartes Valdés, Pique y Puyol, en definitiva, que al nombrar a las figuras de Guardiola no me estoy refiriendo a jugadores de carne y hueso, sino a las figuras geométricas que aparecen en cada puesta en escena del equipo de Pep y más concretamente a sus triángulos.




El triángulo, es la figura más común con la que cuenta Guardiola , el terreno de juego se llena de triángulos a medida que el Barça se apodera del esférico, la arista común de la mayoría de ellos es Xavi Hernández, asociado con Iniesta, normalmente suelen ser triángulos equiláteros los realizados en la zona central y en las inmediaciones del área rival, junto a Xavi, hay otro jugador que también tiene mucha importancia en la figura triangular y es Busquets, al tener más retrasada su posición, los triángulos en los que participa podrían catalogarse como isósceles, con desplazamientos más largos y en profundidad, para Leo Messi dejaremos el triángulo escaleno, haciendo un símil entre la hipotenusa y sus endiabladas diagonales que arrancan desde la banda, apoyándose con Pedro y Dani Alves y terminan en el corazón del área.

Guardiola utiliza el triángulo, tanto para atacar, presionar o mantener el control, pero sobre todo y lo más importante para el técnico, para sacar el balón jugado desde atrás, utilizando para ello a su portero Victor Valdés como vértice y primer atacante. Valdés era un portero inseguro con el balón en los piés y temeroso de abandonar su arco para abortar posibles balones en profundidad del contrario, pero Guardiola supo reinventarse un nuevo Valdés obligándole a ser un jugador más de campo y ejerciendo en ocasiones de central llegando al corte en jugadas que antes se convertían en manifiestas ocasiones de gol. Así consigue Guardiola sacar el balón controlado desde su propia área y no dar opción al rival de disputar balones largos y divididos en el centro del campo, para ello utiliza Pep dos triángulos uno interior con Valdés y los centrales y otro exterior, con el guardamenta y los laterales.

También utiliza el triángulo Guardiola a la hora de presionar la salida de balón del equipo rival, nada más perder el contról de la pelota e igual que si fuese una guerra de guerrillas, sus jugadores se lanzan sobre el enemigo en escuadras de a tres, rodeándolos y acosándolos sin tregua hasta conseguir su objetivo final, robar la bola.
Una vez robado el balón, se debe consumar el sacrificio, o lo que es lo mismo, marcar gol, es ahí donde los triángulos de Guardiola cobran su mayor expresión, donde los espacios son tan mínimos que sólo la perfección en el trazo y la visión extratosférica y tridimensional de sus jugadores consiguen que el objetivo final sea alcanzado con tal exactitud y maestrría que hace que los rivales perezcan simples e impotentes invitados de piedra ante tal demostración de toque, desplazamiento, desmarques y velocidad de ejecución.

Una vez adquirida la ventaja en el marcador, los triángulos se superponen a lo largo de la cancha, aparecen, desaparecen, se ralentizan, se acrecentan, se traslinéan en secuencias vertiginosas o se fusionan deteniendo el tiempo en un control de ensueño, hasta que el contrario claudica extasiado de perseguir las sombras de unos jugadores que son capaces de cambiar de vértice a la velocidad de una centella.

Todo esto es sólo una simple teoría de un modesto aficionado al buen fútbol, basta con que Leo Messi agarre el balón en medio campo y empiece a gambetear contrarios para que quede desmontada en cuestión de segundos.

sábado, 11 de diciembre de 2010

TANGO PARA VALDANO

(Joaquín Sabina - Homero Manzi - Lucio Demare)

Valdano baila un tango
con la pelota.
Valdano habla lunfardo
con el balón.
Del cuello de las musas
colgó las botas
que aún buscan al Pelusa
con el tacón.

El Pibe fue un poeta
de los estadios
de míster un esteta
del balompié.
Filósofo de lujo
del vestuario,
Valdano inventa el fútbol
como Gardel.

Aprendió
del escénico miedo la suerte
de jugar
a achicarle el espacio a la muerte
sin dejar
que la vida le empate un partido.
Ojalá que el penalti cabrón del olvido,
Jorgito querido,
lo puedas parar.

Igual se morfa el bíter
de unos mundiales
que deja en Tenerife
blanco al Madrid.
Sus sueños de chiquillo
sentimentales
prestigian el banquillo
de Chamartín.

El Pibe fue un poeta
de los estadios
de míster un profeta
del “savoir-faire”
Defiende los colores
del ser humano.
Valdano canta goles
como Gardel.




jueves, 9 de diciembre de 2010

POESÍA Y FÚTBOL


A un pase de Didí, Garrincha avanza
con el cuero a los pies, el ojo atento,
dribla una vez, y dos, luego descansa
cual si midiera el riesgo del momento.

Tiene el presentimiento, y va y se lanza
más rápido que el propio pensamiento,
dribla dos veces más, la bola danza
feliz entre sus pies, ¡los pies del viento!


Vinicius de Moraes.

IN MEMORIAN: LA PARADINHA

La paradinha, ese arte inventado por Didí y mundialmente conocido gracias a Pelé, ha sido guillotinado por el brazo inquisidor del señor Blatter. A su parecer dicho arte supone una ventaja para el lanzador al intentar engañar con premeditación y alevosía al portero. A partir de ahora se deberá informar al arquero y al colegiado la dirección, altura y velocidad del balón antes de ejecutar la pena máxima para que no se malinterprete el lanzamiento y encima se gane el jugador una tarjeta amarilla por semejante delito.

Qué será lo próximo que se les ocurrirá a los señores de la Fifa, prohibir las fintas, las bicicletas, los sobornos a sus dirigentes, los goles de estrategia o el juego de toque del Barça.

A mí nunca me gustó tirar los penaltis con paradinha, porque me ponía nervioso y al final siempre fallaba, me ponía más tirarlos a lo Panenka aunque también erraba o la técnica de Mendieta, con la mirada fija al portero y esperando que fuése éste quién se decantase por un lado antes de golpear, para así tirar por el lado contrario.

En la memoria historica del fútbol quedaran por siempre grabadas las escalofriantes paradinhas de Didí, Pelé, Juanito, Dani, Romario, Sarabia.....


miércoles, 8 de diciembre de 2010

GARRINCHA, ALEGRIA DO POVO

Manuel Francisco dos Santos, Mané Garrincha. Campeón del mundo con Brasil en Suecia 1958 y Chile 1962. Nunca le otorgaron un Balón de Oro, ni un Fifa World Player ni tuvo un gran contrato multimillonario con ningun club, es más su equipo, el Botafogo estuvo durante toda su carrera pagándole menos de lo que merecía.

Garrincha, murió un 20 de enero de 1983 con 49 años de edad destruído por la pobreza, la soledad y el alcohol. En Brasil se le recuerda como ('A alegria do povo) "La alegría del pueblo" y ('O anjo de pernas tortas') "El angel de piernas torcidas" porque tenía la pierna izquierda ligeramente torcida hacia adentro y la derecha, seis centímetros más corta, hacia afuera. Algo que a priori no le habilitaba para la práctica del fútbol.

Mario Zagallo, compañero de selección y después seleccionador nacional decía de él: "nadie podrá regatear jamás como lo hacía Garrincha". Su hermana Rosa le puso ese apodo que significa "pájaro feo y veloz de la selva del Mato Grosso". Se situaba en el extremo derecho y repetía siempre la misma jugada. Amagaba para un lado y otro. Salía dispardo y se frenaba en seco, simplemente para salir disparado hacia otro lugar. Garrincha enseñó a reir a los aficionados.

"Maestro, ¿hoy es la final?" preguntó al entrenador Aynore Moreira, antes de la del mundial de Chile 62. "Ah, con razón hay tanta gente" respondió Garrincha antes de vencer a Checoslovaquia por 3 a 1.

Disputó 609 partidos con el Botafogo en los que marcó 252 goles. Con la Selección Canarinha jugó 60 partidos, ganó 52, empató 7 y perdió uno, anotando 17 tantos. Asistió a tres copas Mundiales, Suecia 58, Chile 62 e Inglaterra 66, ganando las dos primeras . No disputó los dos primeros partidos del Mundial de Suecia 58. Ni tampoco Pelé. Brasil había llegado todavía bajo el síndrome del Maracanazo. La confederación brasileña llevó médicos, preparadores físicos y psicólogos. Y todos coincidían: "Garrincha no está preparado". Sólo la intervención de sus compañeros ante el seleccionador, Vicente Feola, permitió que debutaran ante la Unión Soviética. Era la época del Sputnik y del acercamiento científico de los soviéticos en la guerra fría. Feola los temía. Pero entre Garrincha y Pelé los pulverizaron. Su compadre Nilton Santos lo recuerda así: "Los soviéticos nos marcaban al hombre, pero, de repente, comenzaron a amontonar gente en el lado izquierdo de su defensa". Fue el inicio de una era gloriosa para Brasil, que batió a Suecia en la final (5-2). Cuatro años después, la canarinha llevó casi el mismo equipo a Chile 62. Pelé se lesionó en el segundo partido y Garrincha tuvo un ascendente sólo comparable al de Maradona en México 86.

Tenía tanta confianza en sí mismo que no sabía ni los nombres de los adversarios. Pelé y Garrincha fueron dos personalidades opuestas, no hubo futbolista más amateur que Garrincha ni nadie más profesional que Pelé.

Mané jugó desde 1953 hasta 1972. Hasta los 29 años fue indestructible ante el alcohol, la cortisona y las patadas. Pero se operó de los dos meniscos y todo acabó. Dos agentes bancarios fueron a su casa en Pau Grande y encontraron dinero pudriéndose en los armarios. "Garrincha murió de su propia muerte: pobre, borracho y solo", sentenció el escritor Eduardo Galeano. Odiaba ser elogiado y decía: "Yo no vivo la vida, la vida me vive a mí".